Ya había escuchado del Monumento al Renacimiento Africano mucho antes de llegar a Senegal. Durante años soñé con poder visitar este impresionante monumento, y desde que llegué a Dakar, la capital de Senegal, fué una de las primeras visitas turísticas que realicé.
A dos días de aterrizar, tomé un taxi desde Ngor (el sector donde me estoy hospedando) hacia el afamado monumento, que se encuentra en un sector llamado Ouakam/Mamelles. Según lo que me cuentan los dakarianos, Mamelles hace referencia a las únicas dos elevaciones en Dakar, que son dos colinas, una al lado de la otra, que dan la apariencia de senos; por eso les llaman Mamelles, que es francés para “mamas”. Una de las colinas tiene un faro con un restaurante muy finoli en la cima, y la otra alberga el controvertido monumento de 164 pies de altura.
¿Por qué digo controvertido? Bueno, este monumento fue financiado por el gobierno senegalés y tuvo un costo de 27 millones de dólares para su construcción. Muchos senegaleses protestaron, ya que consideraron esta construcción como un gasto innecesario y extravagante en un país con muchas otras necesidades prioritarias. Otros ciudadanos se opusieron a la apariencia reveladora de la figura que se enaltece, que es la de un hombre musculoso que sostiene firmemente a su mujer con un brazo y al hijo con el otro, todos en paños menores. Para la mayoría de los senegaleses, que son musulmanes y conservadores, tener un monumento de una familia en esta condición da la impresión de ser provocativo, y eso se considera una aberración.
A pesar de la resistencia por parte de los ciudadanos, el entonces presidente senegalés, Abdoulaye Wade, continuó con su visión de erigir dicho monumento, que simboliza el 'triunfo de la liberación africana después de cinco siglos de ignorancia, intolerancia y racismo', mientras África 'emerge de las entrañas de la tierra para dejar atrás la oscuridad y avanzar hacia la luz'.
Sin duda alguna, este monumento es impresionante y estar aquí y verlo en persona es aún más cautivador. Es un fuerte atractivo turístico que fortalece el imaginario del continente africano en todo el mundo. Para mí, lo que más me llamó la atención es saber que el monumento fue construido de cara al océano Atlántico, como una invitación a todos los descendientes de africanos en el continente americano a que volvamos a nuestras raíces.
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